El foso olímpico (en algunos países también llamado fosa olímpica) es comúnmente llamado trap o tiro al plato. En la especialidad del foso olímpico, seis tiradores disparan alternándose en cinco pedanas de tiro distintas que están a 1.5 metros la una de la otra. Las máquinas lanzaplatos quedan a quince metros de las pedanas de donde disparan los tiradores que ruedan en sentido horario después de cada lanzamiento.
El plato es lanzado automáticamente e instantáneamente cuando llega la orden del tirador que espera embrazando la escopeta cargada con dos tiros. Cada serie se compone de 25 platos. Por cada pedana hay tres máquinas lanzaplatos por un total, entonces, de 15 máquinas. La dirección del plato varia de 0 a 45° a la derecha o a la izquierda. Su alteza, a diez metros de la fosa, debe estar entre el 1.50 y los 3.50 metros. El plato lanzado tocará tierra, luego de una curva parabólica, comprendida entre los 75 y los 80 metros. La velocidad de salida de la fosa pasa entre los 100 y los 120 km horarios. El blanco es centrado, usualmente, en un rayo de 35 metros, entonces el tiempo de reacción puede variar de 5 a 6 décimas de segundo.
El foso olímpico está presente dese las Olimpiadas de la edición de París de 1900, en calidad de deporte demostrativo. Además, hasta las Olimpiadas de Tokio de 1964 ha sido la única disciplina del tiro al vuelo admitida. Hoy en día sigue siendo una disciplina olímpica y seguirá por muchos años más. Por esa misma razón se define al foso como la madre de todas las disciplinas olímpicas.
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